11 de febrero (Ntra.
Señora de Lourdes): “Jornada Mundial del Enfermo” (pontificia y dependiente de
la CEE, obligatoria). Liturgia del día (véase secc. Misal), alusión en
la monición de entrada y en la homilía; intención en la Oración Universal.
MISAL: para la feria cualquier formulario permitido (véase pág.
65, n. 5) / para la memoria1.ª Oración propia, aunque por “utilidad pastoral”,
a juicio del rector de la iglesia o del sacerdote celebrante, se puede celebrar
con el formulario «Por los Enfermos» (cf.OGMR 376)
Las lecturas del
día (lunes de la V semana, año impar):
Gn 1,1-19
Salmo 103
Mc 6, 53-56
Sugerencias:
El lema que se nos ha propuesto para esta Campaña es, como bien
sabemos “Anda y haz tú lo mismo” Por ese motivo se podría leer en la
celebración la parábola del Buen Samaritano (Lc. 10,25-37), figura elegida por
Benedicto XVI para su mensaje con ocasión de la XXI Jornada Mundial del
Enfermo.
GUION LITURGICO
MONICIÓN DE ENTRADA
En el día de
Ntra. Sra. de Lourdes celebramos la Jornada Mundial del Enfermo. Para nosotros
es el inicio de un itinerario que finalizará con la Pascua del enfermo (en la
VI semana de Pascua)
Para esta
Campaña se nos ha propuesto un lema “Anda y haz tú lo mismo” y una figura, la del Buen Samaritano.
Nos dice
Benedicto XVI en su mensaje de este año:“…Quisiera proponer a vuestra
consideración la figura emblemática del Buen Samaritano. La parábola evangélica
narrada por san Lucas forma parte de una serie de imágenes y narraciones extraídas
de la vida cotidiana, con las que Jesús nos enseña el amor profundo de Dios por
todo ser humano, especialmente cuando experimenta la enfermedad y el dolor.
Pero además, con las palabras finales de la parábola del Buen Samaritano, «Anda
y haz tú lo mismo»), el Señor nos señala cuál es la actitud que todo discípulo
suyo ha de tener hacia los demás, especialmente hacia los que están necesitados
de atención. Se trata por tanto de extraer del amor infinito de Dios, a través
de una intensa relación con él en la oración, la fuerza para vivir cada día
como el Buen Samaritano, con una atención concreta hacia quien está herido en
el cuerpo y el espíritu, hacia quien pide ayuda, aunque sea un desconocido y no
tenga recursos.”
Empezamos nuestra celebración con ese deseo.
SUGERENCIAS DE CANTOS:
1.
ENTRADA: “Alrededor de tu mesa”, “Creemos en el amor”
“Iglesia peregrina”
2.
INTERLECCIONAL:
“Tu Palabra me da vida” “Es tu Palabra, Señor” “Habla, Señor…” o un Aleluya
3.
OFRENDAS:
a.
“Este Pan y
Vino, Señor”, “Te vengo a ofrecer”, etc.
b.
Si se hace
procesión se puede poner música de fondo y se favorece con ello un espacio de
“silencio” e interiorización, se da lectura al significado de los símbolos que
se presenten.
4.
COMUNIÓN:
“Samaritano de amor” (En la web) “Pequeñas aclaraciones (cuando un hombre nada
tiene y aún reparte…), “Donde hay Caridad y amor”…
5.
FINAL:
a.
Un canto de
envío.
b.
Hoy celebramos
la festividad de la Virgen de Lourdes, un canto a María que acompaña nuestro
caminar en el servicio y la entrega.
SÍMBOLOS (sugerencias) PARA LA CELEBRACIÓN:
1. Aceite, material de cura: unas vendas,
etc. que simbolicen la acción de aliviar, sanar, abrir horizontes…, al enfermo
y al que sufre.
2. Una mantita: con nuestra palabra,
nuestra presencia, nuestro tiempo compartido gratuitamente podemos abrigar el
corazón del otro.
3. Una biblia: que sea LA Palabra y
nuestro encuentro profundo con Dios a través de ella quien guie nuestra acción,
sea nuestra Luz.
4. Una jarra con agua: podemos ser para los demás
agua que refresca, que da vida, que sosiega… ¿qué necesito transformar en mi
para ser realmente agua para los demás?
MONICIÓN A LAS LECTURAS
En la primera
lectura, del libro del Génesis, se nos presenta un itinerario: el de la
Creación. Dios como origen de todas las cosas. Y al final una mirada buena
sobre la realidad “Vio Dios que era bueno”.
En el
Evangelio, en la parábola del Buen Samaritano,
Jesús nos habla también de miradas. Son diferentes las formas de ver que
tienen el sacerdote, el levita, el samaritano. Unos ven al herido del camino y
pasan de largo, otro ve y se detiene a curar, vendar, acompañar. Jesús nos
invita a mirar con ojos buenos, a aproximarnos, a ver en el herido un hermano
que requiere nuestra presencia. Por eso su mensaje para hoy es un envío: “Haz
tú lo mismo”.
ORACION DE LOS FIELES
.- Señor,
contemplamos hoy al Buen Samaritano. Como él queremos aprender a aliviar, a
vendar y a cuidar las heridas del cuerpo y del espíritu. Que nuestra cercanía
respete siempre a quien sufre, respete siempre la dignidad del otro. OREMOS
- Señor, cuando
nos sintamos abandonados y solos en el camino, cuando estemos enfermos y
heridos, envíanos buenos samaritanos que sean un apoyo en nuestro dolor, para
que descubramos juntos el valor de la vida.OREMOS
- Señor, danos
unos ojos atentos y un corazón sensible, para que nos demos cuenta de las
verdaderas necesidades de los hermanos, y que en ese mutuo mirarnos percibamos
que el yo y el tú se funden en un “nosotros”, rico en promesas de vida.OREMOS
Señor Jesús,
que nos has dicho que no hay amor más grande que el de dar la propia vida. Ayúdanos
a realizar esa donación recíproca que tiene en ti la fuente, OREMOS
Dios Padre
todopoderoso, aumenta en nosotros la fe como raíz de todo amor verdadero y concédenos, a imitación de tu Hijo, curar
las heridas de nuestros hermanos enfermos con el aceite del amor y el vino de
la esperanza. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
SUGERENCIAS: ENVÍO DE LOS AGENTES DE PASTORAL DE LA
SALUD
Damos inicio a la Campaña de este año. Como Agentes
de Pastoral de la Salud nos sabemos enviados por nuestra Parroquia, en Nombre
de Jesús, a mirar la realidad que nos rodea con ojos nuevos y buenos; a
detenernos y dejar que se conmuevan nuestras entrañas ante aquellos que van
heridos en el camino.
Con la
Palabra “Anda y haz tú lo mismo” Jesús nos envía para ayudar, aliviar,
escuchar, acompañar a aquellos hermanos nuestros que lo necesitan.
ORACIÓN DE LA
CAMPAÑA 2013
Jesús, Buen
Samaritano,
que viviste
aliviando el sufrimiento
de quienes
encontrabas en el camino,
como expresión
de la misericordia del Padre.
Nuestro mundo
arde en deseos de eternidad,
pero el camino
de la vida es largo y tortuoso:
hay violencia,
desgracia y desesperanza.
Nuestro mundo
sufre.
Ayúdanos a
bajar a lo profundo del corazón,
donde habitan las
carencias
y se descubren
las necesidades,
donde se
escucha el grito del dolor,
la voz de quien
sufre y necesita.
Danos entrañas
de misericordia,
para que no
demos rodeos ante los que sufren
y sepamos
caminar con los ojos del corazón abiertos
para ayudar a
quienes nos necesitan.
Haznos, Señor,
buenos samaritanos
para que el
mundo descubra en nuestra vida
el rostro
misericordioso del Padre.